martes, 12 de mayo de 2009

Que vuelva aquel Tomás, que hablaba poco y jugaba mucho.


En el 2008, Tomás hablaba poco y jugaba mucho. ¡Y cómo jugaba! La pisaba, gambeteaba, metía un cambio de frente, ponía un pase profundo y con ventaja para el receptor, hacía goles desde la medialuna del área, la dejaba colgada del ángulo en un tiro libre. Hacía todo dentro de la cancha. Afuera, tenía poca relación con la prensa y con la dirigencia. Más escuchado por sus compañeros, en el 2009 aprendió a utilizar su retórica llena de falsías (y el poder periodístico de un medio de comunicación afín a su pensamiento) para mandar sus mensajes. El sábado 18 de abril del 2009, se despachó en el halle del club: "Tengo en mi casa un documento firmado por el mismísimo Pablo Palma que dice que en la copa no pueden jugar personas que cursen el 9no año escolar o años inferiores". La respuesta de los dirigentes llegó en ese mismo furioso sábado: "Quiero que en 48 horas el señor Catalán me muestre el papel con las firmas de Palma y Gullan . Y si eso es verdad, esta vez en serio, yo me voy a vivir a Mendoza ". ¿Saben quién dijo esto? El señor García guerra, en ese entonces presidente de la comisión de enlace. Hoy fuera del cargo, García Guerra está dispuesto a "morir" con Tomás. Considera que es extraordinario, indiscutido y que sus compañeros deberán entenderlo. Su auto contrato encubierto en $35 ha sido su acto de gobierno más importante (¿Cuanto ira para Guerra?). Ya no puede cambiar el sentido de su gestión. En agosto de 2008, como ayudante de campo de Las Barrancas "A" lejos de mimarlo y consentirlo, Agustín le exigió respeto, compromiso y rendimiento como a cualquier integrante de su plantel. Tomás ofreció su mejor versión "F-11" en Agosto y llevó a Las Barrancas a una histórica final de la supercopa. Jugaba mucho y hablaba poco. Sin embargo el rendimiento menor al esperado en la final (después del histórico "si no ganamos me voy a Mendoza" de Agustín G.G) lo afecto negativamente. En Mayo del 2009, su compañero de formula Joaquín María Gelosi, se cansó de sus posturas de divo. El vicepresidente miró por el espejo retrovisor y recordó todo lo que le había consentido: licencias para no hacer la tabla , permisos de una fecha para irse a "estudiar" a su casa , una pelota más liviana, escuchar música de Arjona , tener transporte propio y no dejarlo participar de el armado de equipos. Luego sumo esta situación a la de la actitud dictatorial de Tomás que pretendía que su reloj fuese el reloj oficial de la copa y entonces estallo un duelo de acusaciones cruzadas que , aunque ellos no lo digan, debilito la unión del comité. En los partidos que jugo de 2008 la rompió y sólo le faltó hacer llover. Cuando está bien, es indiscutible. Pero en 2009, apenas mostró un gran nivel a cuentagotas. Aquel Tomás volaba. Hoy no tiene respuestas, sobre todo en los últimos 30 minutos. Hoy influye mucho más en la dirigencia que en la cancha. Manda al frente a sus compañeros cuando se equivocan, les marca el territorio a los chicos del club , se fastidia con los periodistas que le hacen preguntas y sólo le manda centros a sus amigos. Tenemos un problema: en 2009, Tomás habla mucho y juega poco. ¡Volvé Tomás, te extrañamos!